Give Me Liberty | Resñea de Cómic #4


Autores: Frank Miller y Dave Gibbons.

Es la historia de Martha Washington. De un presidente que gobierna por 13 años y destruye la nación. La vemos escapar del agujero donde la hicieron vivir por ser pobre, volverse héroe militar, recibir una medalla del nuevo presidente (uno bueno que está cambiando las cosas para bien) y regresar a la comunidad prisión donde vivía para liberarla. Esto para empezar.

Mi mayor problema, creo, con la historia de Martha Washington, fue lo que considero un cambio muy drástico de género de una página a la otra. El juzgarla por el principio de la historia y luego ser ampliamente sorprendido (y extrañado) por los capítulos siguientes.

Lo que al principio me pareció ficción histórica o distópica, bastante cimentada en lo posible, de una página a otra se vuelve ciencia ficción. Pasa de Martha siendo militar a Martha en el espacio siendo una astronauta de 16 años. En una misión para destruir a unos nazis homosexuales (esto último está muy bien).

Todo se entiende, está bien secuenciado y dibujado, pero no deja de sentirse un cambio brusco que no terminó de gustarme.

Me gusta la ciencia ficción, y este panel es muy bueno. Pero en general no terminó de convencerme.

El cómic incluye algunas sátiras que rayan en lo macabro, y me han encantado. La del presidente, por ejemplo, que se descontrola con el alcohol. Lo vemos hacer algo… malo. Y siempre hay un hombre tras un monitor cuidándolo. Ese hombre ordena a la limpieza que se encargue de lo que ha hecho el presidente, como si fuera cualquier cosa. Como si el pertenecer a las más altas esferas lo exentara de ser juzgado por cometer crímenes de una manera descarada.

El primer vistazo hacia la ciencia ficción son unos niños horrendos con poderes psíquicos usados para controlar computadoras. Cables rojos salen de sus cabezas, y por eso a una le llaman Raggedyann, por las muñecas con cabellos de hilo rojo (Y Martha tenía una de niña). Aunque uno de estos niños tiene un papel importante en la trama, siento que no tienen desarrollo a mayor escala. Si tales niños existen, qué más existe. Parece un gimmick muy trabajado. Funciona, supongo, pero la historia no gira alrededor de esto ni apunta a ser espectacular. Y el cómo Martha se reencuentra con Raggedyann es pura casualidad.

Estos niños horrendos no son lo más raro del mundo de Martha. Está el Jefe de Cirugía, o como se llame. Ese sí es un adefesio. Y su papel e ideologías me gustan mucho.


La constancia de la trama


La historia la juzgué de inicio a fin con ojo crítico, y me pareció que el primer número era fantástico, y después bajaba 4 puntos cuando se vuelve caótica y empiezo a preguntarme por qué pasan así las cosas. Y después volvía a subir dos puntos. Entonces en general se vuelve una decepción porque si se hubiera mantenido sin tanta ciencia ficción como al principio habría sido una de mis historias preferidas. Sólo podía imaginar hacia donde iría la historia. Y hacia donde fue no me terminó de convencer. No es que no me permita sorprenderme o disfrutar historias con giros o naves espaciales, pero el cambio tan brusco de género me hizo desear que se mantuviera como en las primeras 50 páginas. Quizá si hubiera sido un cambio más gradual… O simplemente considero que este mundo con clones, robots, cerebros parlantes y niños psíquicos no es para nada lo que esperaba para las siguientes 3/4 partes del comic.




Claro que hay escenas, paneles y secuencias excepcionales. Escenas que me han perturbado (cosa buena) y otras que tienen un simbolismo y peso extraordinario. Pero son el 20%. Todo lo demás es un dibujo constantemente bien trabajado y una historia que evita ser aburrida y caer en clichés, pero resulta tediosa por momentos, ralentizando la trama cuando nos presenta exposición en forma de portadas de revistas, periódicos o nueve paneles para decirnos cómo se está fragmentando la nación.

Hay un punto de la trama que me parece cae en el cliché, pero se notan los esfuerzos por hacerlo lo menos evidente. Y sin embargo para mí la historia se volvió menos emocionante.

Recalco. Mi mayor problema fue que al principio era una historia bastante apegada a la realidad, pues todo parecía plausible, pero cuando pasan cosas de ciencia ficción que para mí vienen de ningún lugar, intentan nivelarlo mostrando portadas y notas periodísticas para volverlo más creíble. Ralentiza la trama y no me termina de convencer la ciencia ficción del cómic. El mundo de las primeras 50 páginas no muestra indicios de ser un mundo diferente al nuestro.

Y tengo otro conflicto menor, pero puntual. Un problema de continuidad, algo que te hace preguntar ¿por qué Martha no está enojado con tal personaje, si hizo tal cosa? Cuando se vuelven a encontrar, es como si nada hubiera pasado entre ellos. No menciona odiarlo o no querer salvarlo. Nada. Y ese personaje es responsable de crear su miserable infancia y de que mataran a su padre.


Nota Final.

Mira este cómic del mismo autor, Frank Miller: Batman: The Dark Knight Returns


No siento haber perdido el tiempo. Me han encantado varias páginas de una manera muy especial. El dibujo siempre es bueno. Algunas secuencias de paneles son material de estudio. Y me ha dejado queriendo leer los otros cómics que hay de Martha Washington. Un Pulgar Arriba.

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