Verbos "De Pensamiento"
Traducido del Texto de Chuck Palahniuk, "Nuts and bolts, "Thought" verbs".
Link al texto original.
En seis segundos, me odiarás.
Pero en seis meses, serás un mejor escritor.
Desde ahora en adelante —al menos hasta la siguiente mitad del año— no podrás usar verbos "de pensar". Estos incluyen:
Pensar, saber, entender, darse cuenta, creer, querer, recordar, imaginar, desear, y otros cientos que amas usar.
Esta Lista debería incluir también: Amar y odiar.
Hasta alguna fecha cercana a Navidad, no podrás escribir:
"Kenny se preguntó si a Mónica no le gustaba que saliera de noche"
En vez de eso, tendrás que desempacar aquello como:
"La mañanas siguientes después de que Kenny había estado fuera, más allá del último autobús, hasta tener que pedir aventón o pagar un taxi e irse a casa para encontrar a Mónica fingiendo dormirse, fingiendo porque nunca dormía tan callada, aquellas mañanas, ella sólo ponía su propia taza de café en el microondas. Nunca la de él".
En vez de que el personaje sepa algo debes ahora presentar los detalles que permitan al lector saberlos. En lugar de que un personaje quiera algo, ahora debes escribir la cosa para que el lector la quiera.
En pocas palabras, no más atajos. Sólo detalles sensoriales específicos. Acción, olor, sabor, sonido y sensaciones.
Usualmente, los escritores usan estos verbos "de pensamiento" al inicio de un párrafo (De esta forma, puedes llamarlos "Declaraciones de Tesis". Despotricaré sobre ellos más adelante) En un sentido, declaran la intención del párrafo. Y lo que sigue, lo ilustra.
Por ejemplo:
"Brenda sabía que no llegaría a tiempo. El tráfico estaba paralizado desde el puente, pasadas las primeras
ocho o nueve salidas. La batería de su celular estaba muerta. En casa, el perro necesitaría salir, o habría
un desastre que limpiar. Además, había prometido regar las plantas del vecino..."
¿Ves cómo el inicio de la "Declaración de Tesis" roba el impacto de lo que sigue? No lo hagas.
Si no hay de otra, corta la oración que abre y ponla después de todas las otras. Mejor aún, transplántala y
cámbiala por: "Brenda nunca llegaría a tiempo"
Pensar es abstracto. Conocer y entender es intangible. Tu historia siempre será más fuerte si sólo muestras las acciones físicas y detalles de tu personaje y permites al lector pensar y conocer. Y amar y odiar.
No le digas al lector: "Lisa odiaba a Tom"
En su lugar, haz tu caso como un abogado en la corte, detalle por detalle. Presenta cada parte de la evidencia.
Por ejemplo:
"En la pasada de lista, en el respiro después de que la maestra dijo el nombre de Tom, en ese momento antes de que pudiera responder, Lisa susurraría casi gritando: "estúpido", al tiempo que Tom decía "Presente"".
Uno de los errores más comunes en los escritores principiantes es dejar a sus personajes solos. Al escribir, podrás estar solo. Leyendo, tu público podrá estar solo. Pero tus personajes deberían pasar muy, muy poco tiempo solos. Porque un personaje que está solo empieza a pensar o a preocuparse o a preguntarse.
Por ejemplo:
"Esperando el autobús, Mark empezó a preocuparse acerca de cuánto tiempo tomaría el viaje."
Un mejor desglose podría ser:
"El horario decía que el autobús vendría a mediodía, pero el reloj de Mark decía que ya eran las 11:57. Podías ver todo el camino hasta la carretera, tan lejano como el centro comercial, sin ver un autobus. Sin duda, el conductor estaba estacionado en el vuelco, a la salida al final de la línea, tomando una siesta. El conductor estaba relajado, adormecido, y Mark iba a llegar tarde. O peor, el conductor estaba tomando, avanzaría borracho y le cobraría a Mark setenta y cinco centavos por una cándida muerte en un accidente de trafico".
Un personaje solitario puede recurrir a la fantasía o los recuerdos, pero incluso entonces no puedes usar los
verbos "de pensar" o cualquiera de sus parientes abstractos.
Ah, y puedes irte olvidando de usar los verbos "olvidar y recordar".
No más transiciones como:
"Wanda recordó cómo Nelson solía cepillarle el cabello"
En su lugar:
"Antes, en su segundo año de estudiante, Nelson solía cepillarle el cabello con suavidad, largas caricias con su mano".
Otra vez, Desempaca. No tomes atajos.
Mejor aún, junta a tu personaje con otro personaje, rápido. Júntalos y empieza la acción. Deja que sus acciones y palabras muestren sus pensamientos. Tú--quédate fuera de sus cabezas.
Y mientras estés evitando verbos "de pensamiento", sé muy cauteloso al usar el insulso verbo "ser" y "tener".
Por ejemplo:
"Los ojos de Ann son azules"
"Ann tiene ojos azules"
Contra:
"Ann tosió y sacudió una mano sobre su cara, limpiando el humo del cigarro de sus ojos, ojos azules, antes de sonreír."
En lugar de la insulsa declaración "es" y "tiene", intenta enterrar tus detalles de lo que el personaje tiene o es,
en acciones o demostraciones. En su forma más básica, esto está mostrando tu historia en lugar de contarla.
Y para siempre, una vez que has aprendido a Desempacar tus personajes, odiarás a los escritores flojos que se conforman con:
"Jim se sentó a lado del teléfono. preguntándose por qué Amanda no llamaba".
Por favor, ódiame todo lo que quieras, pero no uses verbos "de pensamiento". Después de Navidad, alócate, pero apuesto dinero a que no lo harás.
Elije de entre tus escritos y circula cada verbo "de pensamiento". Después, encuentra una manera de eliminarlo. Mátalo desempacándolo.
Luego, elije algunas historias de ficción publicadas y haz lo mismo. No tengas piedad.
"Marty se imaginó un pez, saltando a la luz de la luna"
"Nancy recordó el sabor del vino"
"Larry sabía que era un hombre muerto".
Encuéntralos. Después, encuentra una forma de re-escribirlos. Hazlos más fuertes.
Link al texto original.
En seis segundos, me odiarás.
Pero en seis meses, serás un mejor escritor.
Desde ahora en adelante —al menos hasta la siguiente mitad del año— no podrás usar verbos "de pensar". Estos incluyen:
Pensar, saber, entender, darse cuenta, creer, querer, recordar, imaginar, desear, y otros cientos que amas usar.
Esta Lista debería incluir también: Amar y odiar.
Hasta alguna fecha cercana a Navidad, no podrás escribir:
"Kenny se preguntó si a Mónica no le gustaba que saliera de noche"
En vez de eso, tendrás que desempacar aquello como:
"La mañanas siguientes después de que Kenny había estado fuera, más allá del último autobús, hasta tener que pedir aventón o pagar un taxi e irse a casa para encontrar a Mónica fingiendo dormirse, fingiendo porque nunca dormía tan callada, aquellas mañanas, ella sólo ponía su propia taza de café en el microondas. Nunca la de él".
En vez de que el personaje sepa algo debes ahora presentar los detalles que permitan al lector saberlos. En lugar de que un personaje quiera algo, ahora debes escribir la cosa para que el lector la quiera.
En pocas palabras, no más atajos. Sólo detalles sensoriales específicos. Acción, olor, sabor, sonido y sensaciones.
Usualmente, los escritores usan estos verbos "de pensamiento" al inicio de un párrafo (De esta forma, puedes llamarlos "Declaraciones de Tesis". Despotricaré sobre ellos más adelante) En un sentido, declaran la intención del párrafo. Y lo que sigue, lo ilustra.
Por ejemplo:
"Brenda sabía que no llegaría a tiempo. El tráfico estaba paralizado desde el puente, pasadas las primeras
ocho o nueve salidas. La batería de su celular estaba muerta. En casa, el perro necesitaría salir, o habría
un desastre que limpiar. Además, había prometido regar las plantas del vecino..."
¿Ves cómo el inicio de la "Declaración de Tesis" roba el impacto de lo que sigue? No lo hagas.
Si no hay de otra, corta la oración que abre y ponla después de todas las otras. Mejor aún, transplántala y
cámbiala por: "Brenda nunca llegaría a tiempo"
Pensar es abstracto. Conocer y entender es intangible. Tu historia siempre será más fuerte si sólo muestras las acciones físicas y detalles de tu personaje y permites al lector pensar y conocer. Y amar y odiar.
No le digas al lector: "Lisa odiaba a Tom"
En su lugar, haz tu caso como un abogado en la corte, detalle por detalle. Presenta cada parte de la evidencia.
Por ejemplo:
"En la pasada de lista, en el respiro después de que la maestra dijo el nombre de Tom, en ese momento antes de que pudiera responder, Lisa susurraría casi gritando: "estúpido", al tiempo que Tom decía "Presente"".
Uno de los errores más comunes en los escritores principiantes es dejar a sus personajes solos. Al escribir, podrás estar solo. Leyendo, tu público podrá estar solo. Pero tus personajes deberían pasar muy, muy poco tiempo solos. Porque un personaje que está solo empieza a pensar o a preocuparse o a preguntarse.
Por ejemplo:
"Esperando el autobús, Mark empezó a preocuparse acerca de cuánto tiempo tomaría el viaje."
Un mejor desglose podría ser:
"El horario decía que el autobús vendría a mediodía, pero el reloj de Mark decía que ya eran las 11:57. Podías ver todo el camino hasta la carretera, tan lejano como el centro comercial, sin ver un autobus. Sin duda, el conductor estaba estacionado en el vuelco, a la salida al final de la línea, tomando una siesta. El conductor estaba relajado, adormecido, y Mark iba a llegar tarde. O peor, el conductor estaba tomando, avanzaría borracho y le cobraría a Mark setenta y cinco centavos por una cándida muerte en un accidente de trafico".
Un personaje solitario puede recurrir a la fantasía o los recuerdos, pero incluso entonces no puedes usar los
verbos "de pensar" o cualquiera de sus parientes abstractos.
Ah, y puedes irte olvidando de usar los verbos "olvidar y recordar".
No más transiciones como:
"Wanda recordó cómo Nelson solía cepillarle el cabello"
En su lugar:
"Antes, en su segundo año de estudiante, Nelson solía cepillarle el cabello con suavidad, largas caricias con su mano".
Otra vez, Desempaca. No tomes atajos.
Mejor aún, junta a tu personaje con otro personaje, rápido. Júntalos y empieza la acción. Deja que sus acciones y palabras muestren sus pensamientos. Tú--quédate fuera de sus cabezas.
Y mientras estés evitando verbos "de pensamiento", sé muy cauteloso al usar el insulso verbo "ser" y "tener".
Por ejemplo:
"Los ojos de Ann son azules"
"Ann tiene ojos azules"
Contra:
"Ann tosió y sacudió una mano sobre su cara, limpiando el humo del cigarro de sus ojos, ojos azules, antes de sonreír."
En lugar de la insulsa declaración "es" y "tiene", intenta enterrar tus detalles de lo que el personaje tiene o es,
en acciones o demostraciones. En su forma más básica, esto está mostrando tu historia en lugar de contarla.
Y para siempre, una vez que has aprendido a Desempacar tus personajes, odiarás a los escritores flojos que se conforman con:
"Jim se sentó a lado del teléfono. preguntándose por qué Amanda no llamaba".
Por favor, ódiame todo lo que quieras, pero no uses verbos "de pensamiento". Después de Navidad, alócate, pero apuesto dinero a que no lo harás.
Tarea del Mes
Elije de entre tus escritos y circula cada verbo "de pensamiento". Después, encuentra una manera de eliminarlo. Mátalo desempacándolo.
Luego, elije algunas historias de ficción publicadas y haz lo mismo. No tengas piedad.
"Marty se imaginó un pez, saltando a la luz de la luna"
"Nancy recordó el sabor del vino"
"Larry sabía que era un hombre muerto".
Encuéntralos. Después, encuentra una forma de re-escribirlos. Hazlos más fuertes.
